El nuevo espectrógrafo de alta resolución ha sido diseñado para
detectar y estudiar planetas extrasolares o exoplanetas. Es un gemelo casi
exacto del instrumento HARPS ya instalado en el Observatorio Europeo del Sur,
en el telescopio de 3,6 metros en La Silla, Chile. El objetivo científico
primario de HARPS-N será la confirmación y el estudio de los candidatos a
planetas extrasolares encontrados por el satélite Kepler de la NASA.
La misión de Kepler se centra en la búsqueda de planetas
extrasolares mediante el método de los tránsitos, que consiste en observar
periódicamente estrellas para detectar variaciones en su brillo a través de
mediciones fotométricas. Un exoplaneta, en su órbita, puede interponerse entre
la línea de visión del telescopio y la estrella, fenómeno conocido como
tránsito, que produce una disminución en el brillo de la estrella.
Kepler ha realizado su búsqueda en un área del cielo que comprende
las constelaciones de Cygnus (del Cisne) y Lyra (Lira), en el hemisferio norte.
Ésta fue la razón de la instalación de HARPS-N en La Palma, dado que se trata
de uno de los mejores lugares para observar el cielo del Norte. Este verano
HARPS-N empezará su búsqueda.
Para confirmar el hallazgo de un exoplaneta, HARPS-N tiene que
detectar el desplazamiento que la gravedad del planeta orbitante causa a su
estrella. Este objetivo se logra con la estabilidad mecánica y térmica del
instrumento, que es garantizada por un control muy preciso de las condiciones
en su interior. En particular, las variaciones de temperatura no serán mayores
de 0.001ºC. Su gran precisión es lo que permitirá la detección de planetas que
tengan una masa parecida a la de la Tierra.
Hasta la fecha se han descubierto más de 700 planetas
extrasolares, la mayor parte gigantes gaseosos comparables a Júpiter, aunque
más cercanos a sus estrellas. Gracias al desarrollo de nuevos instrumentos, en
los últimos años se han descubierto planetas de composición rocosa del tamaño
de Neptuno e incluso menores, hasta del doble del tamaño del planeta Tierra.
El objetivo de la comunidad astrofísica sería encontrar
exoplanetas gemelos de la Tierra, para poder explorar la existencia de vida en
planetas similares al nuestro, en cuanto a su composición rocosa, atmósfera y
océanos. Estas características se darían a una distancia específica de la
estrella, en la denominada zona habitable, la franja donde, por su temperatura,
en un planeta extrasolar podría existir agua líquida y atmósfera.
El proyecto de HARPS-N es un consorcio de Geneva Observatory and
University (Suiza), INAF-TNG (Italia), CfA and Harvard University (EE UU), ATC
Edinburgh, Queens University y University of St. Andrews (Reino Unido).
Fuente: Laflecha.net
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