Científicos del Centro para la Astrobiología de Cardiff construyeron un modelo informático del movimiento de nuestro sistema solar, y encontraron que se "balancea" hacia un lado y el otro del plano de la galaxia (o "arriba" y "abajo"). Mientras pasamos a través de la parte más densa del plano, las fuerzas gravitatorias de las gigantes nubes de gas y polvo circundantes desplazan a los cometas de sus trayectorias. Los cometas se precipitan hacia la zona interior del sistema solar, colisionando algunos de ellos con la Tierra.
El equipo de investigación ha llegado a la conclusión de que atravesamos el plano galáctico cada 35 ó 40 millones de años, aumentando en diez veces las probabilidades de colisión de un cometa cuando estamos en los tramos más peligrosos del plano. Las evidencias de cráteres en la Tierra también sugieren que sufrimos más colisiones aproximadamente cada 36 millones de años. Al respecto, el profesor William Napier, del Centro para la Astrobiología de Cardiff, señala que existe una fuerte coincidencia entre lo que vemos en el suelo y lo que se espera del registro galáctico.
Los períodos de bombardeo cometario también coinciden con extinciones masivas, tales como la que aniquiló a los dinosaurios hace 65 millones de años. Nuestra actual posición en la galaxia sugiere que ahora nos encontramos muy cerca de otro de tales períodos.
Mientras que el efecto de "balanceo" pudo haber sido malo para los dinosaurios, el mismo efecto también pudo haber ayudado a propagar la vida. Los científicos sugieren que el impacto pudo haber lanzado al espacio escombros de la Tierra conteniendo compuestos bioquímicos o incluso microorganismos, en una travesía cósmica eventualmente culminada con la caída a un mundo apto para la vida y la contribución al desarrollo de ésta.
FUENTE: LA FLECHA, AGENCIAS
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