viernes, 19 de marzo de 2010

Brasil consigue ayuda mundial para luchar contra la extinción del Palo de Rosa

Brasil consiguió el apoyo de la comunidad internacional para luchar contra la extinción del Palo de Rosa (Aniba rosaedora), un árbol de la Amazonía que está amenazada por su explotación predadora para la producción de cosméticos.

Los países miembros de la Convención Internacional sobre Especies de Flora y Fauna Amenazadas de Extinción aceptaron hoy la petición brasileña para incluir el Palo de Rosa en la lista de especies controladas, destacó el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) en un comunicado.

La decisión adoptada hoy en Doha (Qatar) durante la décimo quinta reunión de los países miembros de la Convención significa que Brasil contará con la ayuda de las demás naciones para controlar el comercio ilegal de esta especie.

Brasil decidió pedir restricciones al comercio de la especie debido a que detectó una fuerte reducción del número de ejemplares de la especie en los estados amazónicos de Pará, Amapá y Amazonas, explicó el director de Uso Sustentable de la Biodiversidad del Ibama, José Humberto Chaves. "Se trata de una especie con una regeneración natural muy lenta y existe un comercio ilegal dedicado a su exportación", alegó el funcionario citado en el comunicado del Ibama.
El Palo de Rosa es un árbol de gran porte que puede alcanzar hasta 30 metros de altura y 2 de diámetro.

Su valor comercial radica en que el aceite esencial extraído de su madera y de sus hojas es rico en linalol, un principio activo para la fabricación de perfumes finos, entre los cuales el famoso Chanel Nº 5. Lo más grave es que la mayor parte del linalol es extraída del tronco del árbol, que demora 30 años para crecer.

La especie, además de Brasil, es endémica en Ecuador, Colombia, Guayana, Guayana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela, países en que la población del Palo de Rosa ha sido reducida drásticamente. El árbol comenzó a ser explotado comercialmente en 1883, cuando los colonizadores de la Guayana Francesa descubrieron su valor y comenzaron a extraer el aceite para enviarlo a París. Según el Ibama, la explotación predadora prácticamente extinguió la especie en Guayana Francesa y concentró la producción en Brasil.

Según datos del Ibama, el volumen de aceite del árbol exportado por Brasil supera en un 500 por ciento el autorizado. La especie ya fue incluida entre las que están amenazadas de extinción en Brasil y figura en los listados internacionales como amenazada. "Por todas esas razones la especie merecía un control internacional de su comercio. La aprobación que conseguimos hoy es un gran regalo para Brasil en el año internacional de la biodiversidad", precisó el representante del Ibama.

Fuente: Laflecha.net

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