lunes, 4 de abril de 2011

Proyecto CALACEI

Una nueva investigación financiada por la UE desvela que los bebés son capaces de identificar, ya desde los cuatro meses, normas gramaticales en idiomas extranjeros. El estudio, publicado en PLoS ONE, mejora considerablemente nuestra comprensión sobre el aprendizaje de idiomas en los bebés.

El estudio fue financiado por la UE a través del proyecto CALACEI (Propiedades universales y específicas de una competencia exclusivamente humana. Herramientas para estudiar la adquisición del lenguaje en la primera infancia: estudios del cerebro y la conducta), que recibió quince millones de euros de la línea presupuestaria para "Ciencias y Tecnologías Nuevas y Emergentes" (NEST) del Sexto Programa Marco (6PM).

Los niños captan los idiomas a una velocidad y con una facilidad aparente que deja boquiabiertos tanto a sus padres como a los investigadores. Los estudios realizados con bebés indican que incluso los recién nacidos logran diferenciar los diversos fonemas de las sílabas. Además, los bebés de muy corta edad parecen ser capaces de reconocer las relaciones entre sílabas adyacentes que suelen aparecer juntas.

Sin embargo, frecuentemente hay elementos que suelen estar vinculados gramaticalmente pero que no aparecen juntos en una frase; por ejemplo, en la frase está cantando, la palabra "está" aparece separada de la terminación "-ando" por la raíz "cantar". "El aprendizaje de estas dependencias no adyacentes resulta mucho más difícil que el aprendizaje de dependencias adyacentes", escriben los investigadores.

De hecho, los estudios anteriores indicaban la posibilidad de que los niños no comprendieran este tipo de normas hasta la edad de 17 o 18 meses. "Nos parecía demasiado tarde", comenta la catedrática Angela Friederici, Directora del Departamento de Neuropsicología del Max Planck Institute for Human Cognitive and Brain Sciences, en Alemania.


En este estudio, la catedrática Friederici y sus compañeros intentaron determinar si los bebés de cuatro meses podían identificar estas dependencias no adyacentes. Escogieron la edad de cuatro meses porque los estudios sugerían que los bebés de dicha edad ya poseían ciertas capacidades de discriminación fonológica y cierto grado de memoria verbal.

Los investigadores empezaron a enseñar a bebés alemanes de cuatro meses algunos conceptos básicos de italiano. Durante poco más de tres minutos, los bebés escucharon frases en italiano que contenían dos construcciones sencillas. Un tipo de frase incluía la construcción "sta X-ando" (como "está X-ando"); un ejemplo de este tipo de frase es "[il fratello] sta cantando", que significa "[el hermano] está cantando". El segundo tipo de frase incluía la construcción "può X-are"' (como "puede X"); en este caso, podemos mencionar el ejemplo "[la sorella] può cantare", que significa "[la hermana] puede cantar".

Tras escuchar frases italianas de este tipo, correctamente formadas, durante tres minutos, se sometió a los niños a una breve prueba, durante la cual escuchaban tanto frases correctas como incorrectas. Las frases incorrectas mezclaban las construcciones, formando expresiones como "la sorella può cantando" ("la hermana puede cantando") o "il fratello sta cantare"("el hermano está cantar").

En total, los niños pasaron por cuatro fases de aprendizaje durante las cuales escucharon un total de 256 frases correctas; el tiempo total de aprendizaje fue ligeramente superior a 13 minutos.

Durante el experimento, se midió la actividad cerebral de los bebés. En las primeras fases de las pruebas, apenas se percibían diferencias en el patrón de actividad registrado cuando los bebés escuchaban frases italianas incorrectas. Sin embargo, en la cuarta fase de las pruebas, surgieron patrones de actividad muy diferentes que indicaban que los niños habían aprendido que "sta" debe ir con "-ando" y "può" con "-are".

"Los datos actuales demuestran que los niños de cuatro meses pueden identificar dependencias entre elementos no adyacentes en frases tras una breve exposición a una lenguaje no nativo natural", concluyen los investigadores. "La aparición de la sensibilidad a las regularidades gramaticales indica que los niños identificaron las dependencias entre las dos parejas de elementos no adyacentes (es decir, los verbos auxiliares y los sufijos verbales correspondientes) de las frases correctas que habían escuchado durante las fases de formación".

"Evidentemente, los niños de esta edad no detectan errores relacionados con el contenido", señala la catedrática Friederici. "Mucho antes de que entiendan el significado, los bebés reconocen y generalizan regularidades del sonido del idioma".

Según los investigadores, los patrones de actividad cerebral de los bebés alemanes de cuatro meses cuando se exponen a errores se parecían más a los patrones de los adultos de habla italiana. Los hablantes de alemán nativos que estaban estudiando italiano como segundo idioma no respondieron del mismo modo. Según los investigadores, esto "sugiere que el aprendizaje de forma nativa puede limitarse a un cierto período de tiempo durante el desarrollo".

Fuente: Laflecha.net

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