martes, 27 de enero de 2009

Un nuevo estudio confirma que la expansión del Universo se está acelerando

Ahora un equipo internacional de cosmólogos, incluyendo a Andrey Kravtsov de la Universidad de Chicago, ha llegado a la misma conclusión mediante un método totalmente diferente: rastrear la evolución de los cúmulos de galaxias. Conteniendo a menudo centenares de galaxias, estos cúmulos son las masas visibles más grandes del cosmos cuya materia está agrupada por acción de la gravedad.

" Lo que sea que está forzando la expansión del universo a acelerarse, también está forzando a retrasar su desarrollo", señala Alexey Vikhlinin, del Observatorio Astrofísico Smithsoniano en Cambridge, quien dirigió la investigación.

Los datos de los cúmulos de galaxias concuerdan con un universo dominado por la energía oscura. Es más difícil que esos cúmulos galácticos experimenten un crecimiento cuando el espacio se estira, que es lo que la energía oscura supuestamente hace.

La energía oscura es invisible, pero el seguimiento de la evolución de cúmulos a partir de observaciones con el Observatorio de Rayos X Chandra, de la NASA, revela claramente la presencia de la fuerza mediante su influencia sobre la evolución de los cúmulos galácticos en los últimos seis mil millones de años.

Las simulaciones informáticas sobre la evolución de cúmulos galácticos han proporcionado la base teórica para el análisis y la interpretación de los datos.

Los resultados del equipo refuerzan la evidencia de que la energía oscura es una constante cosmológica, una fuerza constante, omnipresente, operando en todo el universo. Esto es muy llamativo porque no hay ninguna razón clara de por qué debiera ser así.

Fuente: Laflecha

lunes, 26 de enero de 2009

Un robot minúsculo para operar el cerebro humano desde dentro

Unos científicos australianos han creado un robot de 250 nanómetros de diámetro, el equivalente al grosor de dos o tres pelos, potencialmente capaz de operar el cerebro, como en la película clásica de ciencia ficción 'Viaje fantástico', de 1966.

"Buscamos algo que pudiera colocarse en las arterias humanas, en especial ahí donde las tecnologías tradicionales no pueden ser utilizadas", declaró a la AFP James Friend, del laboratorio de nanofísica de la Universidad Monash, en Clayton, y coautor de un estudio publicado en la revista Journal of Micromechanics and Microengeneering.

En un robot tan fino, el reto consistía en desarrollar un motor lo suficientemente potente para poder "remontar a contracorriente" los flujos sanguíneos. El motor del robot ha sido bautizado Proteus, el nombre del submarino en miniatura de 'Viaje fantástico', a bordo del cual unos médicos y su asistenta, interpretada por Raquel Welch, son reducidos a una talla microscópica para penetrar en la pierna de un espía de la Unión Soviética para salvarle, destruyendo un coágulo de sangre en su cerebro.

Queda por ver cómo circulará el nanorrobot y comprobar que este minúsculo aparato no se pierda por el organismo y pueda ser recuperado. "Será la prueba crucial", admitió James Friend. En las primeras pruebas, el nanorrobot llevaba una sonda incorporada para poder ser recuperado en caso de avería del motor, pero los científicos tratarán pronto de controlarlo a distancia gracias a ondas de entre dos y tres vatios de potencia.
Fuente: Laflecha

martes, 20 de enero de 2009

Un sistema de procesado de imágenes permite mejorar la extracción del petróleo

Proporciona datos muy precisos y en tiempo real de los yacimientos

Sólo una tercera parte de las reservas petrolíferas están siendo recuperadas. Las compañías petrolíferas se ven obligadas a investigar para aumentar esa proporción.

El problema radica en que las propiedades geológicas necesarias para hacer una predicción sólo se pueden inferir. Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollado una nueva tecnología que puede contribuir a mejorar estas predicciones. Esta tecnología genera un mapa muy realista de los reservas de petróleo que se acumulan bajo el suelo.

Este mapa proporciona detalles en tiempo real. Después de haber sido probado durante 36 meses, sus creadores han empezado ya a probarlo en condiciones reales. Por Raúl Morales.

Investigadores del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental del MIT han desarrollado una tecnología capaz de generar un mapa que, potencialmente, permitirá incrementar significativamente la cantidad de petróleo extraída de las reservas.

Los ingenieros civiles y medioambientales suelen trabajar para desarrollar una estrategia energética sostenible. Las energías renovables están jugando ya un papel muy importante en esta estrategia, pero el petróleo todavía "manda" en muchos ámbitos, sobre todo en el transporte. Los métodos actuales de extracción del petróleo de sus reservas geológicas son muy caras y, en muchos casos, poco eficientes. Sólo una tercera parte de las reservas petrolíferas están siendo recuperadas.

Estos bajos índices de recuperación han obligado a las compañías petrolíferas a investigar para mejorar las técnicas de recuperación, que se basan, por ejemplo, en el uso de flujos de agua para mover el crudo atrapado bajo el suelo. Estas labores de recuperación son guiadas mediante predicciones en tiempo real de variables como la saturación del petróleo o su presión.

Las propiedades geológicas necesarias para estas predicciones no se pueden medir, sólo inferir indirectamente de datos sísmicos. Este es, precisamente, uno de los principales problemas por los que esos índices de recuperación no son más altos. Se puede decir que la extracción del crudo se hace prácticamente a ciegas.

Imágenes digitales

La tecnología del MIT viene a poner un granito de arena para mejorar las técnicas de extracción. En concreto, usa una técnica de compresión de imágenes digitales en formato JPEG para crear mapas con un aspecto muy realista y comprensivos de los reservas de petróleo que se acumulan bajo el suelo. Según sus creadores, estos mapas serían los primeros en proporcionar suficientes detalles sobre las reservas de crudo en tiempo real.

Habitualmente, los ingenieros caracterizan propiedades de la reservas (los valores de permeabilidad o porosidad, por ejemplo) mediante unos pequeños bloques espaciales llamados pixeles, como ocurre en la fotografía digital. En una reserva típica, se necesitan millones de pixeles para describir adecuadamente las complejas rutas que hay en el subsuelo que conducen el petróleo hasta los pozos de producción. Desgraciadamente, las observaciones de los pozos o mediciones sísmicas disponibles para estimar los valores de estos píxeles son muy limitadas.

"Nuestros estudios indican que este innovador sistema tiene la capacidad de mejorar las técnicas de caracterización de las reservas a actuales y, además, proporcionan mejores predicciones en relación a la producción", comenta Behnam Jafarpour, que ha participado en esta investigación junto a Dennis McLaughlin, también del MIT, en un
comunicado. "Nuestra esperanza es hacer mejores predicciones para, en última instancia, incrementar la producción.

La estructura especial de las formaciones geológicas hace posible que puedan comprimirse mapas de las propiedades de la roca. El formato JPEG comprime los muchos pixeles que conforman una determinada imagen en sólo unos pocos trozos de información, de tal modo que no necesitan mucho espacio para ser almacenados.

Descripción concisa

En el caso de la caracterización de las reservas de petróleo desarrollada por el MIT, se usa un mecanismo muy similar para proporcionar una descripción concisa de las propiedades de las rocas donde está situada esa reserva. La nueva técnica usa porcentajes de flujo de petróleo, así como datos de presión del pozo petrolífero para crear una imagen realista de la reserva subterránea.

"En una reserve típica, se necesitan millones de pixeles para describir adecuadamente las complejas vías subterráneas que lo conducen hasta los pozos. Desgraciadamente, el número de observaciones sísmicas y de los pozos para la estimación de los valores de estos pixeles son muy limitado", comenta McLaughlin. "El método que hemos desarrollado extrae más información de esas escasas mediciones para proporcionar mejores descripciones de las vías subterráneas y del petróleo que se mueve por ellas".

En una simulación de recuperación de petróleo que ha durado 36 meses, las estimaciones de McLaughlin y Jarfarpour han conseguido captar las tendencias esenciales en la conductividad del fluido y en la formación de la reserva. De esta manera, han demostrado que esta nueva técnica es robusta, fiable y eficiente.

"Nuestro siguiente paso, ya en proceso, es probar nuestra idea en reservas petrolíferas reales y evaluar su impacto en la recuperación del crudo", concluye Jarfarpour.

Fuente: La Flecha

martes, 13 de enero de 2009

Los animales que duermen mucho poseen un sistema inmunológico más fuerte

Expertos en biología evolutiva de Alemania, Reino Unido y Estados Unidos han descubierto que los animales que duermen más tiempo sufren menos infecciones parasitarias y cuentan con una mayor concentración de células inmunológicas en sangre. Estos hallazgos, publicados en la revista BMC Evolutionary Biology, pueden ayudar a definir la influencia del sueño en la respuesta inmunológica de los seres humanos.

En palabras de los autores, «el sueño es un enigma biológico». Según explica el investigador principal, el Dr. Brian Preston del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, a pesar del tiempo que se ha dedicado a ello y de los estudios a gran escala sobre la materia, hasta el momento no se ha podido explicar la razón por la que las distintas especies han evolucionado de forma tan dispar en lo que se refiere a sus necesidades de sueño.

El sueño es un estado aparentemente improductivo en el cual los animales son vulnerables y en gran medida inconscientes de lo que les rodea. Resulta sorprendente que se dedique tanto tiempo a dormir teniendo en cuenta que supone un mayor riesgo de ser presa de algún depredador y reduce las oportunidades de encontrar alimento o reproducirse. Como concluye el estudio, «los beneficios del sueño deben de ser muy importantes para que merezca la pena asumir tales riesgos». Sin embargo, los resultados de las investigaciones sobre la relación entre la evolución de los patrones de sueño y factores como la reparación cerebral o el aprendizaje son dispares. En esta última investigación, el equipo evaluó la teoría que postula que el sueño mejora la función inmunológica, lo que requiere cantidades ingentes de energía, contrastando los tiempos de sueño observados en distintas especies (varias especies de mamíferos cuyo régimen de sueño oscila entre las tres y las veinte horas diarias) con datos relativos a su función inmunológica y al parasitismo.

Estos científicos recabaron información de dos bases de datos: la del ISIS (Sistema Internacional de Información de Especies), donde obtuvieron datos relativos a la composición sanguínea de animales sanos de zoológico, y la «Base de Datos de Parásitos de los Mamíferos» (Global Mammal Parasite Database), que les proporcionó información detallada sobre los principales virus, bacterias y hongos que afectan a los animales salvajes. Se compararon estos datos con la información sobre los patrones de sueño con y sin movimientos oculares rápidos (MOR y NMOR respectivamente) de estas mismas especies obtenida mediante un estudio exhaustivo de la bibliografía existente en la materia.

Los investigadores descubrieron que a medida que se alargan los patrones de sueño de las especies, su cifra de leucocitos aumenta de manera exponencial: un aumento de 14 horas en los tiempos de sueño se corresponde con un incremento del 615 % en el número de leucocitos. Esta proporción se confirmó en cuatro de los cinco tipos de leucocitos estudiados. Otro hallazgo importante de este equipo de biólogos es que un patrón de sueño más largo no implica un aumento de las proporciones de otros componentes de la sangre. De este hecho se desprende que el aumento generalizado de las defensas inmunológicas de los animales no va acompañado de una mayor producción de otros tipos de células.

Asimismo, descubrieron que la cantidad de leucocitos en sangre se incrementa de forma proporcional a la prolongación de los ciclos de sueño MOR y NMOR, lo que contradice los resultados de algunos estudios anteriores. El equipo de investigadores constató un hecho muy relevante: en las doce especies en las que se pudo estudiar la actividad parasitaria, el número de infecciones de este tipo disminuía de forma paralela a la evolución hacia patrones de sueño más largos.

Según se explica en el estudio, «los resultados que hemos obtenido indican que la resistencia a la actividad parasitaria está muy ligada a la evolución del sueño, lo que implica que el sueño tiene mucha más importancia a nivel inmunológico de la que se le suele atribuir».
Los autores sugieren que «el sueño alimenta el sistema inmunológico», lo que contradice las teorías más extendidas que asocian el sueño con la actividad cerebral principalmente. «Estos resultados indican que las especies de mamíferos con patrones de sueño más largos dedican más recursos a sus sistemas inmunológicos y por consiguiente están más protegidas contra las infecciones parasitarias».

Sus hallazgos subrayan la necesidad de abordar el aumento de las alteraciones del sueño y la reducción de las horas de sueño de la población humana, observados durante las últimas décadas. Los autores insisten en la necesidad de detectar los mecanismos fisiológicos que subyacen a la influencia del sueño sobre el sistema inmunológico para poder establecer una relación clara entre el déficit de sueño y la propensión a padecer infecciones

Fuente: Laflecha

lunes, 12 de enero de 2009

"Cururito", nueva fuente de biodiesel

El cururito, una palmera de la Amazonía muy común en varios países latinoamericanos, tiene elevado potencial como fuente para la producción de diesel vegetal, según una investigación realizada por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas de la Amazonía (INPA) de Brasil.
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El potencial fue identificado por el especialista Otoniel Ribeiro Duarte, investigador de la también estatal Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa), en un estudio liderado por el INPA, informó hoy este organismo en su página en internet.

l estudio permitió conocer el gran potencial oleaginoso de la fruta de la palmera Maximiliana maripa Aublet Drude, conocida como "cururito", "inayuga", "shapajilla" o "anajá" en español, y también como "inajá" en portugués o "maripa" en francés.

Esta palmera que se extiende por toda la Amazonía y por la zona tropical de los países suramericanos tiene un tronco robusto y recto de entre 10 y 18 metros de altura, y hojas de hasta 10 metros de largo dirigidas hacia el ápice del tallo.

Los resultados de la investigación brasileña mostraron que la palmera puede ocupar un lugar de destaque entre los productos utilizados para producir diesel vegetal, como soja, ricino, palma o girasol.

La fruta de esta palmera puede ser estratégica para el Programa Nacional de Producción y Usos de Biocombustibles y su explotación puede beneficiar a la población de la Amazonía sin amenazar el medio ambiente, de acuerdo con el INPA.

Según el estudio, el número promedio de frutos de esta palmera por cacho llega a cerca de 2.117 y la concentración de aceite en sus semillas alcanza entre el 62 y el 67 por ciento. Algunas de las variedades más prometedoras de la palmera en la Amazonía brasileña tienen potencial para producir cerca de 3.500 litros de aceite por hectárea, concluyó la investigación. Además de ser útil viable para la producción de biocombustibles, los residuos de las semillas y de los frutos pueden ser usados para la alimentación de aves y porcinos en mezclas con las raciones tradicionales de estos animales.

Según Ires Paula de Andrade Miranda, investigadora del INPA y que orientó el proyecto, los estudios del Laboratorio de Palmeras de la Amazonía, una unidad del Instituto, ya han identificado y localizado con coordinadas geográficas especies de palmeras prometedoras para la industria de los biocombustibles.

Brasil ya tiene una importante industria para la producción de diesel vegetal, que obtiene principalmente de soja, y cuenta con incentivos para el uso de los biocombustibles. Desde el año pasado rige en Brasil una ley que obliga a los distribuidores de combustibles a mezclar un 3 por ciento de diesel vegetal en cada litro de diesel mineral vendido.
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Fuente: Laflecha

lunes, 5 de enero de 2009

Año Internacional de la Astronomía

Ya está, ya han transcurrido 365 días más, con sus correspondientes horas, minutos y segundos, y hemos entrado en el año 2009. Feliz año astronómico a todos ustedes. Por Annia Domenech de Caos y Ciencia.

Se preguntarán el porqué de la denominación "astronómico". La razón es, nada más y nada menos, que estamos viviendo en el Año Internacional de la Astronomía, así declarado por la UNESCO y ratificado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su inauguración oficial tendrá lugar los próximos 15 y 16 de enero con una conferencia en la sede de la UNESCO en París.

El pretexto para esta celebración anual es festejar los 400 años del primer uso del telescopio por Galileo. Su objetivo: maravillar expandiendo las fronteras del conocimiento astronómico tanto como sea posible. Para intentarlo, profesionales de distintas disciplinas: investigadores, divulgadores, secretarias, administrativos… han aunado esfuerzos de modo que, a lo largo de estos doce meses, exista una presencia cotidiana del cielo en la Tierra.

En el portal web del nodo español del IYA (por International Year of Astronomy, en sus siglas en inglés), la bella divisa es "El Universo para que lo descubras" y, ciertamente, proporciona el modo de hacerlo a través de la información de las actividades propuestas no sólo en España, sino también internacionalmente (ver enlaces relacionados).

¿Por qué un año? La duración dedicada al IYA podría ser otra, y entonces no se llamaría así sino de un modo distinto. A estas alturas de la Historia, ello es poco probable, pues un año es una medida temporal bien asimilada por nuestro mundo, y que no data de ayer.

Cuantificar y ordenar el tiempo es inherente a cualquier sociedad humana, no importa cuán compleja sea. El arqueólogo americano Alexander Marshack defendía la controvertida hipótesis que ya en plaquetas de hueso datadas en el Paleolítico europeo, hace unos 15.000 años, se podían encontrar registros de fases lunares o del número de lunaciones en un año. Los cazadores las habrían utilizado como guía para perseguir las manadas de animales de las que se alimentaban. Con el desarrollo de la agricultura y la ganadería en el Neolítico, medir el tiempo se convirtió en algo imprescindible.

Pero la primera evidencia escrita de la ordenación del tiempo procede del antiguo Egipto, 10.000 años después de las plaquetas paleolíticas. De hecho, que actualmente sumemos 365 días para llegar a un año es culpa de un período de lluvias y de una estrella. En primavera, las lluvias monzónicas que descargaban en la Meseta de Etiopía eran encauzadas al río Nilo, cuya crecida llegaba a la frontera sur egipcia en fechas próximas al solsticio de verano. La inundación resultante se repetía periódicamente con un promedio de 365 días, aunque de un modo poco preciso. Sin embargo, allá por el año 3000 a.C. los antiguos egipcios descubrieron que el orto helíaco de la estrella Sirio se producía por esas fechas. Y no sólo eso, sino que lo hacía con exactitud cada 365 días, por lo que comenzaron a usar este fenómeno como el más importante jalón de su calendario solar, que es antepasado del nuestro.

Y así nos encontramos hoy condicionados por el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, a dedicar el tiempo que invierte en realizarlo (un año) a divulgar este saber, y otros del mismo Universo. Curioso.

¿Perdurará el conocimiento astronómico, y el interés que ahora suscita, más allá del 2009? Los "años de" son una buena excusa para concentrar recursos y, con ellos, atraer la atención mediática e informar (y formar) a la población. Después es innegable que permanece un poso de saber, a la gente "le suenan" los temas hablados. El reto, como siempre, está en llegar a todo el mundo, no a los ya convencidos. Básicamente, hay que adoptar la visión optimista de "divulga, que algo queda".

En caosyciencia, siempre hablamos de Astronomía, reconocemos que tenemos una cierta predilección por esta disciplina científica, quizás por ser una publicación del Instituto de Astrofísica de Canarias… Sin embargo, no nos resistimos a utilizar también nosotros esta fantástica "excusa" que es el IYA, y en 2009 publicaremos doce artículos, uno por cada mes del año, sobre los grandes observatorios astronómicos que, desde la Tierra, investigan el Universo. Quizás haya algo más… pero como buena sorpresa no podemos avanzar nada.

Lo que sí podemos desearles, una vez más, es que pasen un magnífico año, y que lo aderecen con tanta Astronomía como les apetezca.
Fuente: laflecha