miércoles, 27 de enero de 2010

El hallazgo de una escultura maya sugiere un importante yacimiento en Guatemala

Arqueólogos han descubierto una enorme escultura maya de una cabeza en Guatemala, lo que sugiere que un pequeño sitio arqueológico en la región de Petén pudo haber sido una ciudad importante en algún momento.

ELa escultura de estuco, que tiene 3.5 metros de altura por 3 metros de ancho, permaneció sepultada durante siglos en las ruinas de El Chilonche, ubicadas cerca de la frontera con Belice.

l hallazgo de la escultura, que pertenece a inicios del periodo clásico entre los años 300 y 600 después de Cristo, significa que el sitio es más antiguo de lo que se pensaba originalmente. Los mayas a menudo construían nuevas edificaciones usando las anteriores como cimientos.

"Posiblemente es un ser fantástico, un ser del inframundo, vinculado con quizás alguna deidad", dijo Gaspar Muñoz, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia e integrante del equipo de investigadores que encontró la escultura.

Fuente: laflecha.net

martes, 26 de enero de 2010

La sensibilidad interpersonal de los hombres es baja comparada con la de las mujeres

Aunque la culpa ha perdido fuerza en un contexto de cambios sociales y culturales, un nuevo estudio revela que este sentimiento en Occidente es "significativamente más alto" entre las mujeres. El principal problema, según los expertos, no es que las mujeres sientan mucha culpa (que también) sino que muchos varones sienten "demasiada poca".

"Nuestra hipótesis de partida fue que no sólo entre los adolescentes, sino también entre las personas jóvenes y adultas, los sentimientos de culpa presentan más intensidad en las mujeres, en la medida en que éstas presentan también niveles más altos de sensibilidad interpersonal", explica a SINC Itziar Etxebarria, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

La investigación, publicada el Spanish Journal of Psychology, se realizó sobre una muestra de tres grupos de edad (156 adolescentes, 96 jóvenes y 108 adultos) dividida igual entre hombres y mujeres. El equipo de psicólogos preguntó por las situaciones que provocan sentimientos de culpa con más frecuencia. Además, realizaron dos pruebas de sensibilidad interpersonal: la escala de Preocupación Empática de Davis y un cuestionario de Culpa Interpersonal, creado ex profeso para el estudio.

Al comparar las medias de intensidad de las experiencias habituales de culpa de los grupos, los investigadores percibieron que, en las tres edades, la media es significativamente más alta entre mujeres. "La diferencia es especialmente acusada en el grupo de 40-50 años", puntualiza Etxebarria.

Este dato sugiere que todavía las adolescentes y las jóvenes presentan puntuaciones más intensas que los varones de su misma edad. "Esto es efecto de ciertas prácticas educativas, más exigentes con las mujeres y que a veces parecen desterradas", sostiene la científica.
Los autores también encontraron diferencias de género -similares a las que se daban en la culpa habitual- en los dos índices de sensibilidad interpersonal, aunque en la franja de 40-50 los hombres se aproximan a las mujeres en sus niveles.

La sensibilidad interpersonal de los hombres (especialmente en los de 25-33 años) es "comparativamente baja". Según los expertos, un déficit de sensibilidad puede llevar a la ausencia o excesiva debilidad de ciertas formas de culpa, como las de carácter empático, que pueden tener efectos muy beneficiosos tanto para las relaciones interpersonales como para el propio individuo.

Formas de culpa

Las formas de culpa más comunes tienen que ver con situaciones en las que provocamos un daño en los demás. A partir de ahí, lo normal es que se susciten sentimientos de empatía hacia las personas a las que hemos podido dañar, y que tienden a transformarse en sentimientos de culpa cuando nos reconocemos como responsables del sufrimiento.

Un estudio anterior, liderado también por Itziar Etxebarria, analiza las vivencias de culpa de las personas, en las que pueden distinguirse dos componentes, uno empático (de pena por la persona a quien hemos hecho algún daño) y otro ansioso-agresivo (de desasosiego y agresividad contenida).

El componente ansioso-agresivo está más presente en personas que han recibido una educación más culpabilizadora, y sobre las que pesan reglas más estrictas respecto al control de la conducta en general y de la agresividad en particular. "Parece lógico pensar que este componente tenga una mayor intensidad en las mujeres y, especialmente, en las de mayor edad", puntualiza Etxebarria.

La presencia mayor de este del componente en las mujeres, sobre todo en las de 40-50 años, explica que las diferencias en la intensidad de la culpa habitual sean tan marcadas a esa edad, "cuando precisamente en esa edad los varones se aproximan a las mujeres en los dos índices de sensibilidad interpersonal analizados", afirma. "Es necesario que las prácticas educativas y los diversos agentes socializadores debiliten la tendencia a la culpa de carácter ansioso-agresivo en las mujeres, y fortalezcan la sensibilidad interpersonal en los varones", concluye la investigadora.

Fuente: laflecha.net

lunes, 25 de enero de 2010

Hace poco más de 1 millón de años los seres humanos casi se extinguieron

Unos científicos de University of Utah sugieren que hace 1,2 millones de años la población humana era tan pequeña que se podría considerar en peligro de extinción. En aquel tiempo había unas pocas especies homo, como Homo erectus, H. ergaster y el precursor del H. sapiens, pero totalizaban solamente una población efectiva (un indicador de la diversidad genética) de 18.500 individuos con capacidad reproductora. La población total podría ser de un máximo de 55.000 individuos.

Quedan ahora unos 25.000 gorilas con capacidad reproductora y unos 21.000 chimpancés en la misma situación. A estos otros primates ya los consideramos en peligro de extinción, por tanto, nuestros antepasados de hace 1,2 millones de años también lo estarían. Esto contrastaría con la idea que podemos asumir a partir del registro fósil, según la cual, nuestros antepasados se estaban expandiendo a lo largo de África, Asia y Europa. Para poder llegar a esta conclusión estos científicos han utilizado argumentos genéticos. Se sabe que los humanos modernos (pese a nuestro variado aspecto) tienen una variabilidad genética mucho más pequeña que la de otros primates. Para explicar este hecho se han propuesto diversas teorías como la existencia de cuellos de botella recientes que impidieran a una proporción significativa de la población reproducirse o simplemente vivir lo suficiente para ello, quizás debido a un desastre natural.
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Pero el estudio genético de Lynn Jorde y sus colaboradores sugiere que la población humana (y por tanto su diversidad genética) sufrió un retroceso hace poco más de un millón de años.Para poder hacer esta estimación el grupo de investigadores usó los datos procedentes de las dos secuenciaciones completas del genoma humano que hay. En particular buscaron elementos genéticos móviles denominados "secuencias Alu", que son secuencias de ADN que se mueven entre distintas regiones del genoma, pero lo hacen a un ritmo muy bajo. Se mueven muy de tarde en tarde, y una vez lo hacen permanecen en la región durante generaciones, actuando como marcadores al igual que los fósiles en los estratos. Luego su presencia denota una edad muy antigua para la región en la que se encuentra.Como estas regiones han sido modificadas hace mucho tiempo pueden servir para descartar efectos más recientes del tipo "cuello de botella".
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Las regiones que contienen estas secuencias, al igual que cualquier otra región, han ido acumulado mutaciones a lo largo del tiempo, cuanto más antigua era una región más mutaciones había acumulado. Por tanto, los investigadores pudieron estimar la edad específica de cada región basándose en la diversidad de nucleótidos.Posteriormente compararon los nucleótidos de estas regiones antiguas con la diversidad promedio en los dos genomas secuenciados para así estimar el tamaño de la población efectiva y la diversidad genética de los humanos modernos en relación a la de nuestros antepasados.Estimaron que la población efectiva de hace 1,2 millones de años en unos 18.500 individuos y una diversidad genética de entre 1,7 y 2,9 veces mayor que la actual.Jorde sostiene que el actual tamaño de la población humana se debería al descubrimiento de la agricultura y ganadería hace unos 10.000 años, pero que antes la población humana no debía de ser muy numerosa y que permaneció baja durante más de un millón de años.En cuanto a las causas de esa escasez de humanos, sugiere que hace un millón de años tuvo que haber algún evento que devastara la población humana, como pasó con el supervolcán Toba de Indonesia, que casi aniquiló a todos los humanos de hace 70.000 años.

Este resultado nos puede sorprender, pero el problema quizás sea el prejuicio "mecaninista" que tenemos respecto a la evolución. Básicamente, la evolución se basa en lo contingente y no podemos predecir qué sucederá en el futuro con seguridad. Y lo contingente afecta a veces negativamente, tanto que el 99,99% de las especies que han existido están ya extintas. Se puede decir que en una primera aproximación toda especie está ya extinta.

Lo más probable es que una especie en peligro de extinción finalmente se extinga. Pero basta que aparezca lago nuevo para que todo se invierta y dure mucho más tiempo, como en nuestro caso con la invención de la agricultura. Por otro lado, aunque una especie sea muy numerosa, cambios minúsculos en el ecosistema o un cambio en el clima debido a un supervolcán (como el caso relatado) pueden hacer que una especie o varias desaparezcan para siempre.

Hay un pensamiento fabuloso salido de esta lotería. Es el que nos dice que si estamos aquí es porque pertenecemos a una cadena evolutiva ininterrumpida que se remonta al origen de la vida. En ningún momento, ni siquiera por un instante, se rompió ninguno de los eslabones que la forman y que han estado alineados en el tiempo durante estos 3500 millones de años. Bajo este punto de vista, nosotros y todas las especies que nos rodean, somos un milagro.

Fuente: Laflecha.net

jueves, 21 de enero de 2010

La población de abejas disminuye

El declive de las poblaciones de abejas en el mundo podría deberse a la pérdida de la diversidad de plantas silvestres, según un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores franceses y recoge la 'BBC'.

ESegún explican los científicos, las abejas para defenderse de los microbios producen grandes cantidades de compuestos químicos. En concreto, llegan a fabricar una mayor cantidad de estos cuando se alimentan del polen de plantas de diferentes especies.

Es por eso por lo que los investigadores creen que la pérdida en la diversidad de plantas podría estar dañando el sistema inmunológico de estos insectos. Estas conclusiones podrían estar en línea con los resultados de otras investigaciones que señalan que la enfermedad es la causante del fenómeno conocido como 'Trastorno de Colapso de Colonias' (CCD, por sus siglas en inglés), que en los últimos años ha diezmado de manera importante las poblaciones de abejas en Norteamérica, Europa y Asia.

PROYECTO PILOTO

También concuerda con un estudio que asegura que durante más de un siglo en el Reino Unido la disminución de la diversidad de plantas silvestres y de las poblaciones de abejas ha ido a la par. En este sentido, un portavoz de la Asociación Británica de Apicultores aseguró que las conclusiones de esta última investigación, publicada en la revista 'Biology Letters', son "muy interesantes" y sugirió que los agricultores podrían ayudar a frenar el declive en el número de abejas plantando diferentes especies de flores silvestres.Es por ello que el gobierno francés ha anunciado que pondrá en marcha un proyecto piloto con el que prevé sembrar plantas silvestres en los márgenes de 250 kilómetros de carreteras del país para intentar para aumentar las poblaciones de esta especie.

Fuente: Laflecha.net

lunes, 18 de enero de 2010

La devastación sobre Puerto Príncipe, vista desde el espacio

La Agencia Espacial Europea ha empezado a publicar imágenes tomadas desde satélites que muestran desde el espacio la gran devastación provocada por el terremoto que ha asolado la capital de Haití, Puerto Príncipe. En la imagen se muestran, en color rojo, las zonas analizadas con obvios y amplios daños, por encima del 45 por ciento; en naranja se muestran las áreas con daños evidentes pero más esporádicos, que afectan a entre el 11 y el 40 por ciento de edificaciones, y en amarillo las zonas con daños esporádicos o no visibles para los satélites, hasta un 10 por ciento de construcciones afectadas. Las zonas no coloreadas no han sido analizadas por el momento. Las actualizaciones se publicarán en la dirección de Internet www.disasterscharter.org/home.


Tras el suceso, las autoridades francesas de Protección Civil, la Seguridad Ciudadana de Canadá, el Programa Americano de Amenazas Sísmicas de la USGS y la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití solicitaron datos obtenidos por satélite de la región a la Carta Internacional sobre el 'Espacio y las Grandes Catástrofes'. Esta iniciativa, conocida como 'La Carta', tiene como objetivo proporcionar de forma gratuita la información generada por los satélites a los afectados por las catástrofes naturales en cualquier lugar del mundo.

ara poder atender a las necesidades de los equipos de rescate en Haití, se necesitan imágenes de muy alta resolución de los sensores ópticos y radar embarcados en los satélites. A través de la Carta, la comunidad espacial internacional está tomando imágenes con sus satélites con la mayor frecuencia posible. Actualmente, los datos están siendo recogidos por varios satélites, entre los que se incluyen ALOS de Japón, Spot-5 de la Agencia Espacial Francesa (CNES), los satélites estadounidenses WorldView y QuickBird, el canadiense RADARSAT-2 y los satélites de la ESA Envisat y ERS-2.

Las imágenes obtenidas por los satélites justo después del terremoto se utilizan para generar mapas de emergencias, que proporcionan a los servicios de rescate una visión global del estado de la zona. Estos mapas pueden ser comparados con imágenes de archivo para identificar las zonas que han resultado más dañadas por el desastre.

La comparación de mapas de antes y después del evento permite distinguir rápidamente las zonas más afectadas e identificar posibles rutas de acceso para los equipos de rescate y de ayuda humanitaria. Por otra parte, esta información permite identificar las zonas más propicias para la instalación de los campamentos de ayuda para proporcionar atención médica y refugio a los afectados.

Los satélites Radar son capaces de observar a través de las nubes, lo que supone una gran ventaja cuando las condiciones meteorológicas impiden el uso de los instrumentos ópticos embarcados en los satélites. Las imágenes radar también pueden ser utilizadas para identificar riesgos potenciales, como corrimientos de tierras, que pueden ser desencadenados por los terremotos. A largo plazo, la información obtenida con estos satélites puede ser procesada para trazar mapas de la deformación de la superficie causada por el terremoto, lo que permitirá a los científicos comprender mejor los fenómenos sísmicos.

El proyecto SAFER para la Monitorización Global del Medio Ambiente y de la Seguridad está colaborando con la Carta proporcionando ayuda especializada para generar mapas de los daños en la zona afectada. SERTIT en Estrasburgo y el centro del DLR para la Información de Crisis con datos obtenidos por satélites (ZKI), en Munich, están trabajando actualmente en este proyecto.

En el mismo contexto que SAFER, otras organizaciones entre las que se incluye la Oficina Federal Alemana de Protección Civil y Ayuda en caso de Desastre y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas también han solicitado servicios de cartografía de los daños. Gracias a la colaboración entre la Carta y SAFER, SERTIT publicó los primeros mapas, basados en los datos obtenidos por los satélites el 13 de Enero, en menos de 24 horas. Estos mapas rápidos de situación ayudan a localizar las zonas afectadas con material cartográfico actualizado.Junto a la ESA y al CNES, la Carta, fundada en el año 2000, cuenta actualmente con 10 miembros: la Agencia Espacial Canadiense (CSA), la Organización India para la Investigación del Espacio (ISRO), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), la Agencia Espacial Argentina (CONAE), la Agencia Japonesa para la Exploración Aeroespacial (JAXA), El Centro Espacial Nacional Británico/Constelación para la Monitorización de Desastres (BNSC/DMC), la Inspección Geológica de los Estados Unidos (USGS) y la Administración Nacional del Espacio China (CNSA).
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Fuente: Laflecha.net

jueves, 14 de enero de 2010

Descubren el primer "animal-planta"

Científicos de la Universidad de South Florida (Estados Unidos) ha descubierto el primer animal-planta, una babosa marina con forma de hoja de color verde que realiza la fotosíntesis y que además 'funciona' como una planta.

ELa 'Elysia chlorotica', como así se llama, es capaz de realizar ella misma la fotosíntesis. El animal ha devorado tal cantidad de genes encargados de realizar el proceso metabólico, denominados 'cloroplastos', que es capaz de generarlo por sí misma. De esta forma, las babosas ya fabrican la clorifila, el pigmento verde de las plantas que captura la energía de la luz solar.

El científico encargado del proyecto, Sidney K. Pierce, afirma que esta especie verde "va más allá" del mundo animal, como los corales vivos que alojan a microbios y comparten con ellos la fotosíntesis. Esta babosa cuenta con un intestino muy ramificado de forma que envuelve a estos genes 'robados' de la planta y los mantiene dentro de sus células. Además, los científicos han demostrado que una vez que una babosa jóven ha absorbido su primera comida de cloroplasto, en concreto procedente de la especie de alga 'Vaucheria', ya no tiene que volver a comerla para poder realizar la fotosíntesis y lo único que debe hacer es tomar el sol.

Fuente: Laflecha.net

lunes, 11 de enero de 2010

Ya se conoce por qué la luz empeora las migrañas

Investigadores del Centro Médico Diaconesa Beth Israel en Boston (Estados Unidos) han dado con una posible razón por la que la luz empeora el dolor de las migrañas.

El trabajo, que se publica en la edición digital de la revista 'Nature Neuroscience', muestra una conexión desconocida hasta el momento entre las células sensibles a la luz en los ojos y ciertas células nerviosas del cerebro que son cruciales para la percepción del dolor de la migraña.Los científicos, dirigidos por Rami Burstein, descubrieron que muchas personas ciegas que sufren migraña también evitan la luz. Sin embargo, los pacientes ciegos que habían perdido un ojo por completo, o el nervio óptico que conecta el ojo al cerebro, no huían de la luz.Por ello, parecía que la exacerbación del dolor de migraña causada por la luz implica la detección de luz por el ojo, probablemente a través de una clase especial de neuronas de la retina que son intrínsecamente sensibles a la luz y contribuyen a la regulación de los ritmos diarios pero que no se sabe si contribuyen a la visión.
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Para probar esta idea, los investigadores estudiaron ratas en las que buscaron directamente conexiones de la retina a las áreas de dolor del cerebro. Descubrieron que axones retinales, incluyendo algunas neuronas diseñadas para ser sensibles a la luz, en efecto enviaban conexiones a un grupo de células nerviosas en el área del cerebro conocida como tálamo que se sabe que recibe y transmite señales de dolor asociadas con la migraña.Los autores concluyen que esta conexión podría explicar cómo la luz agrava el dolor de las migrañas.

Fuente: Laflecha.net